domingo, 25 de diciembre de 2011

ARCADIA DEL MAR (X).

Vuelta a Arcadia del Mar, la de la caracola y el celaje.
De azules o en espumas la mar feliz se manifiesta.
Camino de tierra andado. Horizonte fluido y etéreo.

Un viso. Regreso al brillo inmaterial desprendido de sustancia.
Mínimo elemento a donde van las aguas.

Sentir la inmensidad del cielo azul, consumación de otros límites ilimitados.
Fuente, la mar completa.
Pensamiento amanecido, reinaugurar el mundo con llegaderos del bien.

Prevalecer, no aguardar, simplemente estar consciente del existir.
Contar la vida, la memoria siquiera es aire, hilos de satén, madeja revuelta, mención extinta.
Ahí el monte, el mar, las nubes. Paisaje móvil sin tiempo.

El alma a solas, luego altas luces, repletas de infinitos,
hasta la oquedad sin orillas.

Ancla, amor, donde el deseo y el sueño unen las aguas,
si pudiese acomodar un dique al vivo cielo para adueñármelo y franjearlo.

Hoy palmeras de corolas y alas de Fénix, cairel nebuloso en el paseo de mediodía.
Nubes fugaces, mar incesante, piedras inertes, todos, vecinos de la bahía.

Banco vacante y podio vacío sobre pedestal marítimo.
Nadie, no somos nadie para ser.

Poemario: Arcadia del Mar. 2011.

ARCADIA DEL MAR (IX).

Playa mineral de cantos rodados y canciones de la mar.
Puerta de agua marina.

Como el pensar, peregrino de instantes, platea el mar ante el cantil.
 Fiel romero, mar turquesa y lapislázuli. Aquí en Iberia.

Bajo las abullonadas nubes de otoño,
la buganvilla contempla al ciprés silente,
y anhela sus hojas perennes.

El destello del faro va y vuelve,
tal réplica entrecortada de luz y oscuridad.
El mar olea quebrándose con el rumor de la noche.

Por un instante, desde la ventana del escritorio miro la pequeña glorieta del jardín,
es mediodía, y la luz hoy es de rosa, si de rosa,
y rezo con los ángeles, si con los ángeles familiares de casa.

Mi alma y mi rostro son del Mediterráneo. No lo puedo evitar, ni quiero.
No aguardar, ser sin tiempo, habitar el espacio. Este soñar.
El tiempo no existe para lo eterno.
Sin embargo nuestra vida mengua día a día.
Es posible que esta perdida ofrezca otra ganancia.
¿Quién lo puede saber? El conocimiento es luz, la ignorancia tragedia.
Tal vez regresar al origen del delirio, cuando todo estaba unido, no sea una torpeza.

Zozobra inherente a la circunstancia de estar vivos.
Celaje abierto que seduce a la nada como lo real.

Viejo mar brumoso de plomo y de zinc.
Olas. Tal vez ser no sea, pero estar estoy.

Poemario: Arcadia del Mar. 2011.

ARCADIA DEL MAR (VIII).

Ensenada de tortuga y turquesa. Lugar de piratas.
No me apartes del mar. Implora una roca afligida.

Farallón de extraña figura. Capricho de roca y azar.
Mar azul inmovilizado en blanco y negro.

Otro encuadre del farallón de extraña figura.
Una mirada teleobjetiva surrealista.

Horizonte marino bruñido de acuarela, acicalado de pálidos grises.
Palmas verdes sobre la terraza.

Olas de espumas blancas. Brío del mar.
Difuso vapor, júbilo del bosque, que ríe esta mañana.

¿Cual será el mar de estas nubes? Se pregunta el agreste alcor...
Tal vez vengan de Ítaca.

El mar se cuela por un ojal de la roca. Ánfora profunda.

Ser libre es un proceso, que lleva toda una vida,
como el viaje de Ulises desde Troya a Ítaca.

La aurora luce tal gruta infinita, soñada,
destellos de piedras preciosas, esmeraldas, zafiros.

Amo el amor que une, libre como el mar.
Observo el cabo humilde y divino.

La edad es la realidad,
los sucesos son el tiempo.

Termino medio entre la vida y la muerte.
¿Donde converges? Silencio sentado.
¿Nada más? Ayer, hoy, mañana.
Puerta de cruz estrella.

El perfume del viento no es a lilas, jacintos amarillos, o rosas desgarradas;
es árido, salobre, marino.

Sencilla casa que velas el recuerdo de la barca que estuvo en la orilla.
Atardece, la sombra del acantilado devora el mar añil.

El ocaso barre el fulgor hacia el límite, es como un morir.

Poemario: Arcadia del Mar. 2011.

sábado, 24 de diciembre de 2011

ARCADIA DEL MAR (VII).

Escribo sobre el agua y la vida, describo el mar y el cielo.
Mi alma está donde quiero.
Playa mineral de cantos rodados y canciones de la mar.
Puerta de agua marina.

Como el pensar, peregrino de instantes, platea el mar ante el cantil.
 Fiel romero, mar turquesa y lapislázuli. Aquí en Iberia.

Bajo las abullonadas nubes de otoño, la buganvilla contempla al ciprés silente,
y anhela sus hojas perennes.

El destello del faro va y vuelve, tal réplica entrecortada de luz y oscuridad.
El mar olea quebrándose con el rumor de la noche.

Termino medio entre la vida y la muerte. ¿Donde converges? Silencio sentado.
¿Nada más? Ayer, hoy, mañana. Puerta de cruz estrella.

Por un instante, desde la ventana del escritorio miro la pequeña glorieta del jardín, es mediodía,
y la luz hoy es de rosa, si de rosa, y rezo con los ángeles, si con los ángeles familiares de casa.

No aguardar, ser sin tiempo, habitar el espacio. Este soñar.
 Mi alma y mi rostro son del Mediterráneo. No lo puedo evitar, ni quiero.

Zozobra inherente a la circunstancia de estar vivos. Celaje abierto que seduce a la nada como lo real.
Viejo mar brumoso de plomo y de zinc.

Olas. Tal vez ser no sea, pero estar estoy.

Poemario: Arcadia el mar. 2011.

ARCADIA DEL MAR (VI).

La tierra abraza al mar.
Abandonar la melancolía en el fondo de las aguas.
Olvidar.

Agua, sal, espuma. Cantil, árbol.
Aprehendo, me aprehende. Espejo de ser.

Confín evidente, dimensión crepuscular.
Al otro lado, llegada la noche, existe una muralla de estrellas.

Escalera al cielo, escalera a la profundidad, escalera.
Noche absoluta; espabila los ojos del día.

Blanca cal, ventana, fanal de celda, unción.
 Alma, guarida de días fieros. Indolentes prejuicios, vestíbulo de caverna.
Afuera, tormenta gélida. Adentro, la hoguera.

Fósil de arena y agua de mar, sólido y líquido, un pensar.
Tapiz azuleo de raso, de seda, de mármol, de mar.

Los días, crisol de vida, oro líquido, poética existencia.
Brisa otoñal mediterránea que acaricia el lóbulo de las orejas.

Las subpartículas por qué eligen un núcleo y no otro.
Por qué me llega este pensamiento y no otro.
Acaso la materia original la mece el viento otoñal,
la balancea una azarosa corriente, sin intención, sin deseo...

Provengo de una intención, mi madre deseaba un hijo,
más allá de esa voluntad, no sé por qué existo.
Fue una intención ajena a mi, al menos, no recuerdo cuando quise ser.
Ahora, las voluntades propias y ajenas me hacen como soy.

El conocimiento progresivo es la fusión de horizontes,
el ajeno histórico y el propio causal.

Llamar a un pueblo feliz es una falacia, una utopía.
La felicidad es una voluntad persistente.

Ya llega la hora de no enfrentarse con el prójimo,
sino con el destino.

Mi ser y estar son las propiedades más preciadas
y las defenderé hasta la muerte.

Poemario: Arcadia del mar. 2011.

ARCADIA DEL MAR (V).

La tarde nos llega como la mar adormecida.
Amalgama de horizontes: fusión de ola, mar y cielo, de curva, círculo y espiral.

Aparece el otoño, las cigarras se apagan.
Piel de mar. Playa de pescadores.

Horizonte, inflexión circular, inocente esfera marina.
Agua de mar, colores, leyendas, misterios.

Gaviota argéntea. Mar de plata.
Los destellos de la aurora. El decir del mar.

Farallón vigía. Somos el mar
Amanece. El sol se iza sobre la roca. Luz, la luz.

La dinámica naturaleza incesante que ofrece sosiego.
Isla e íntimo soliloquio comparten libre espacio.

Emerger o sumergirse son conceptos apropiados según las circunstancias.
Tened piedad de los que andamos en la frontera de lo inmediato y lo absoluto.

La felicidad es una voluntad constante, la alegría una obligación,
un esfuerzo, una luz interior.

La realidad universal se rige por la atracción, el rechazo, la fusión, la explosión
y no podemos evadirnos de nuestra propia naturaleza.

Somos símbolo y drama, más tragedia que comedia.
A toda persona le cuesta dominarse a sí mismo y ser dueño de sí.
El dirigente como persona no puede prescindir de los miedos y despertares de su Yo.
El gobernante es todo individuo que ejerce poder sobre un grupo de personas.


Estar bajo las tribulaciones constitutivas personales de los gobernantes,
que tienen, sin duda, el derecho de ser libres, se concreta en una tiranía,
aunque sea intermitente.

¿Cuantas pasiones, intrigas, fatigas y muertes hay escritas en papel moneda,
tras las acorazadas puertas de los bancos
o en otros baluartes de un sistema mundial económico tan injusto?

¿Qué hacer? ¿Ser cordero y seguir al pastor? ¿Ser lobo y retar al líder?
Sí, lo que soy es un supuesto de mí.
Mío, mío, nada. Todo pasa.

Poemario: Arcadia del mar. 2011.

ARCADIA DEL MAR (IV).

Inocentes partículas de atracciones diversas, colisiones, fusiones y
rechazos, así es nuestra naturaleza.

El deseo de progreso es intrínseco a la vida, porque necesita mejorar
para prevalecer en competencia con las otras entidades singulares que le rodean.
Instinto y perfección contienen la misma esencia metafísica.

Plantas, flores y frutos; la presencia del mar.
El ser humano es un camino continuo aprehendido a la naturaleza.

El pensar es fugaz y se expresa principalmente en una lengua,
también por medio de lenguajes y metalenguajes esencialmente artísticos.

El pensamiento procede de una acción cuántica incesante,
promovido por una memoria emocional circunstancial.

Sobre el espíritu sé que es un centro mental
donde el deseo penetra y emerge transformado.

Todo ser humano debería se educado para que tenga acceso a una muestra expositiva
y clara de las diversas posibilidades éticas que el ser humano ha creado históricamente.

La ignorancia aumenta el temor y es manipulable ideológicamente.
El conocimiento resuelve problemas, crea la tempestad de las dudas y la calma del saber.
Hasta que de nuevo nazca la palpitación inevitablemente evolutiva y poéticamente integral.

El miedo no se desvanece nunca, está latente, es una salvaguardia.
Vencerlo requiere sabiduría y valor.

Observo la vida pero no sé si ella me contempla.
La vida vivida surge desde de la infinitud de un horizonte remoto.

Desde el primer momento, como si de una llamada atávica se tratara,
el Mediterráneo me atrajo de forma especial.



 Poemario: Arcadia del Mar. 2011.

lunes, 7 de noviembre de 2011

ARCADIA DEL MAR (III).

Escribo sobre el agua y la vida, describo el mar y el cielo.
Mi alma está donde quiero.

Playa mineral de cantos rodados y canciones de la mar.
Puerta de agua marina.

Como el pensar, peregrino de instantes, platea el mar ante el cantil.
 Fiel romero, mar turquesa y lapislázuli.

Bajo las abullonadas nubes de otoño, la buganvilla contempla al ciprés silente,
y anhela sus hojas perennes.

El destello del faro va y vuelve, tal réplica entrecortada de luz y oscuridad.
El mar olea quebrándose con el rumor de la noche.

Termino medio entre la vida y la muerte. ¿Donde converges? Silencio sentado.
¿Nada más? Ayer, hoy, mañana. Puerta de cruz estrella.

Por un instante, desde la ventana del escritorio miro la pequeña glorieta del jardín, es mediodía,
y la luz hoy es de rosa, si de rosa, y rezo con los ángeles, si con los ángeles familiares de casa.

No aguardar, ser sin tiempo, habitar el espacio. Este soñar.
Mi alma y mi rostro son del Mediterráneo. No lo puedo evitar, ni quiero.

Zozobra inherente a la circunstancia de estar vivos. Celaje abierto que seduce a la nada como lo real.
Viejo mar brumoso de plomo y de zinc.

Olas. Tal vez ser no sea, pero estar estoy.

Poemario Arcadia del Mar. Año: 2011.

sábado, 13 de agosto de 2011

ARCADIA DEL MAR (II).

Paseo matinal, ejercicio, olor a sal, a mar urdido, rancio; bajo los pies, piedras de tosca, mar de roca. Arriba, un celaje traslúcido de un astro que se percibe más allá.
El horizonte: ¿La gloria? El sol de los muertos.

Somos más de lo que parecemos. Solo nos hace falta saberlo.

El Mediterráneo huele hoy dulce y salobre, a posidonia y espliego.

La vida es una misteriosa trama de azar, destino y carácter.

La vida tiene un propósito completo y único. Cada entidad contiene en si mismo su propio universo, su singularidad espacio temporal, su Big Bang. La vida proviene de una intención.
En breve el equinoccio de primavera y sus hogueras calcinarán penas. La naturaleza mediterránea ofrecerá su esplendor.

El deseo de progreso es intrínseco a la vida, porque necesita mejorar para prevalecer en competencia con las otras entidades singulares que le rodean. Instinto y perfeccionamiento contienen la misma esencia metafísica.

- Trasímaco - Sostengo yo, que la justicia no es otra cosa que lo que conviene al más fuerte. La justicia no es sino conveniencia del gobierno establecido y éste es el que tiene el poder.

- Polemarco - "Es propio de la justicia devolver a cada uno lo suyo". Esto quiere decir: Justicia es hacer el bien al amigo que es bueno y perjudicar al enemigo que es malo.

-Sócrates - No sabiendo lo que es la justicia, mal puedo saber si es o no una virtud, y si el que la posee es feliz o desgraciado.

La vida es una misteriosa trama de azar, destino y carácter. La vida tiene un propósito completo y único.

La iridiscencia es la variación del tono de la luz según la perspectiva. Algunas conchas poseen el número áureo. ¿Por qué?

Ir a un hacia que busca, encuentra y sobrepasa lo hallado. La muerte proviene de una intención vital realizada. La finitud es el futuro de un tiempo discontinuo. Sueño luego existo.

Los instantes valen de diferente modo, un momento penetra en otro y queda ligado a él. Es inútil ir a la búsqueda del tiempo perdido: no hay reversibilidad del tiempo. El tiempo es nuevo a cada instante.

Difuminado recuerdo de la niñez, constante oleaje, esencia del mar.

La contemplación es un lujo, mientras que la acción es una necesidad.

Cambio, pues, sin cesar.

La trascendencia está más allá, está en el minuto siguiente, en la próxima hora, tal vez mañana, al despertar, tras una noche de obstáculos soñados. El ser humano es ser un camino propio de comprensión. El silencio escribe páginas que no se venden.

Poética existencia; para el tiempo - el tiempo no existe - el espacio no sabe que es espacio y el movimiento simplemente se mueve. El tiempo es una invención de los sentidos. La historia es un paso en el camino.

Como poeta soy un exiliado, apartado por la voluntad de mi yo,
peregrino íntimo de un confín. El tiempo absoluto es sublime.
¿Cómo alcanzar con el pensamiento su dimensión?
La palabra eternidad sirve, pronunciarla solo es un instante.

La realidad integral es irisada, amplia, profunda.
La voz es simétrica y afín.

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Poemario: Arcadia. Año 2011.



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martes, 2 de agosto de 2011

ARCADIA DEL MAR (I).

El hogar y el alma se fusionan.
El espacio engendra la vida.
Arcadia es una idea permanente de felicidad.

No aguardar, ser sin tiempo, habitar el espacio. Este soñar.
La tarde nos llega como la mar adormecida.
Mañana amanecerá de colores.
Jacarandá celeste, pórtico de verano, voz guaraní.

Vida señuelo de estima, estela blanca, ola de espuma.
Vida arco del horizonte, tornasol de luz, vía tangente.
Vida brisa de polen, susurro fresco, vuelo de sombrero, manto de flores.
Vida, enigma, paradoja.

Las piedras del camino evocan nuestra naturaleza primaria y ulterior.
Ellas guardan silencio, tal vez a la espera de la Ley de las formas y los tiempos.

Felicidad, dicha, bienestar, fortuna, ventura, bonanza, satisfacción, prosperidad
son sinónimos que nos merecemos. ¿Quién nos los roba? ¿Quién nos arrebata el edén?

Llamar a un pueblo feliz es una falacia, una utopía. La felicidad es una voluntad persistente.

La palma creció para mostrar nuestra gloria.

He nacido para bogar por el mar de la eternidad, el mar de la conciencia que nos hace ser.
A veces, tras un ciclo, fondeado avisto una costa incomprendida y arribo a ella para vivirla.

Cuando el pasado que se ha ido acude, observo la boya que mece el mar.
Toda esencia procede de una memoria. El silencio es la contemplación del futuro.
Manantial que exhala el motor inmóvil. Líquido, fluido, claro, espontáneo.

Viñas verdes que acaricia el sol del atardecer, viñas del llano de Jávea,
amigas de la brisa marina, cepas antiguas de brillantes hojas verdes en primavera,
de sarmientos alabeados que prometen uva dorada.

La persona se derriba ante una sociedad consumista,
se arruina engañada por un sistema, se asola por el deseo,
se extermina sobre la superficie de una escéptica idea sin fundamento: No Soy.


El diálogo sigue: yo y el fenómeno del tiempo.
Virtualidad de ir hacia atrás, lejos y ahora.

La atención a la molécula de oxígeno que inhalo
y la cálida bocanada de aire viciado que exhalo.
Lapso continuado de animal y planta en correspondencia,
mientras todo aparece y desaparece para Ser: esencia, sustancia, energía, movimiento,
forma, especie, luz, consciencia.

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Juan Carlos Estrela. Poemario de Arcadia. Jávea 2011.
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lunes, 20 de junio de 2011

Odas al Ser + (15).

Hueco vacío de piedra, cuidado de Ángeles, resurrección camino del Cielo, ascensión sin final.
Entelequeia de perfección, sistema incesante, pasión inmortal.

¿Dónde está el lugar del Destino? Lo llevo en mi corazón y también sobre mi mano, cuando la entrego abierta, sin temor, a un hermano.
No bastan solo palabras, mejor compartir la vida.
Juntos, todos juntos, vamos al más allá del Más Allá donde está el Todo por obtener.


Voluntad contingente, que emerge de la magnánima intención de una discreción bienaventurada, que la Gracia ofrece dichosa al Yo, que se identifica con la Conciencia y muestra el verdadero propósito de la Vida.

Voy al encuentro de la Paz Profunda, recogido y pequeño, etéreo, casi disuelto, escalada serena de recuerdos, de ideas, de meta-ideas.
Viaje de neuma y soma, camino de Hyperion, del Yo puro, voy solo, minúsculo ante lo Absoluto.
He preguntado a los Sabios: Polos de planeta, de acción refleja o consciente, positiva y negativa, intención reservada al juicio de los Ángeles.
Acre, dulce, triste, alegre bello, justo, verdadero, santo, complacencia subordinada para el bien humano.
He preguntado a Dios: Amor, misericordia sin fin, nadie es culpable nadie es inocente, todos somos iguales, porque no nacemos, porque no morimos, porque somos eternos.

Del Misterio venimos, con el Misterio estamos, al Misterio vamos. .
Escrito en el año 2009.

miércoles, 15 de junio de 2011

Odas al Ser + (14).

Un mar infinito de límpida agua que muestra las formas y acepta la ondulación de las mareas.
Una pequeña bahía simultánea de fina arena donde crecen palmeras y sobresale la copa de alguna araucaria en un otoño mediterráneo.
Área móvil de acuoso cristal de variada tonalidad, calmada pero no estancada.
Animados verdes y azules se solapan al aguardo del áureo azogue del ocaso.
Un sol renace cada día, albor de tiempo perpetuo, que provoca alegría y desazón.
Júbilo de Luz, inquietud de Sustancia.
Respiro de nuevo y me lleno de vida, abro los ojos con brillantes pupilas.
Gracias Misterio mío por apartarme de la ignorancia, gracias Misterio mío por darme de nuevo la vida.

Escrito año 2009.

sábado, 4 de junio de 2011

Odas al Ser + (13).

El sexto sentido se revela, muestra el objetivo paisaje de cosas que son y están ahora, mañana serán ya diferentes pero eso no importa, la incertidumbre es alegría bajo un corazón feliz.
El futuro es potencialidad pura que se ofrece como Santo Misterio a una elección sincera.
Sin historia, sin conceptos, sin deseos, los sentidos muestran la bella realidad del sedoso plasma omnipresente, estático y dinámico, roce interactivo de amor y odio, de cielo e infierno.

Año 2009.

sábado, 28 de mayo de 2011

Odas al Ser + (12).

Tradición y Sagradas Escrituras caudales con un mismo fin, pasado y presente unidos siempre, como era en el principio sin tiempo, antes y después de lo manifiesto, instante inmóvil de inspiración sin igual.
¡Que Gracia! Éxtasis intuitivo, embeleso de ojos volcados adentro, vislumbre gozoso que nos muestras sin espejo.
Fenómenos sin retoques de intención clara y bondad desinteresada, depósito seguro del Alma
Nada me turba con el Misterio me basta. Custodia de Sagrada Forma discreta y amada.
Transparente y abismal mirada que al Misterio me acerca, abandono de la adherencia humana, entrega suave, atención continuada.
Cavidad abierta de paz profunda, lugar de recogimiento presente, templo tranquilo donde se alejan los juicios de valor y se desploma la máscara.
Año 2009.

Odas al Ser + (11).

Y del Puro Rostro, que podéis decir, cuando levanto los parpados al cielo o los bajo ante la llamada de las estrellas del rocío sobre la hierba del prado y veo crecer el pasto bajo mis pies descalzos, cuando camino en silencio por la verde campiña, para escuchar el murmullo de la fuente, donde emana el agua viva, que conduce hasta el Santo Altar de la Existencia, y apreciar recogido la Eterna Presencia.
Allí donde los radiantes destellos del sol sobre el agua del manantial lanzan rayos de energía, de memoria aprehendida.
Fuente del origen. Luz de vida. Llama entusiasmada de Amor. Transformación anhelada.

Año 2009.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Odas al Ser + (10).

¿Quién soy? Nadie, no soy nadie.
Luz, agua, viento. He buscado la frontera, la puerta del país vecino y me doy cuenta que está ahí, aquí, siempre en el mismo sitio.
Nacer y morir, tiempo nuestro, el resto espacio contiguo, persistente aquí y allí. Sentir es vivir, amar sobrevivir.

El silencio un círculo, un punto en su centro, una clara mirada. Uno. Todo. Virgen.
Regreso al tiempo-mar-universo. Mi gobierno: virtud y sentido. Sutil discreción. ¿Qué decidir? Lo sencillo.
¿Quién puede irse de sí mismo? Nadie. Solo el miedo a Ser quienes somos.
No tengáis miedo, somos hijos de lo Eterno, somos el torrente de sangre que fluye en el mar de la Conciencia.


Año 2009.

domingo, 22 de mayo de 2011

Odas al Ser + (9).

La persona prosigue su drama pero... ¿Y el ser? ¿Yo soy el Ser? Está la sangre, los celos, el cariño, el hambre, el vicio, la virtud la molécula, el átomo, la partícula particular...
¿Qué parte es la verdadera? ¿La física o la idea? Incierta esencia, frontera de Prometeo, plena desconocida, causa de desdicha y miseria, de injusticia.
Caos sobrevive a Cronos y Saturno se sirve su peculiar banquete en cualquiera que sea el continente.
El contenido formal se devora sin pausa en el tiempo y espacio, así es el sacrificio moderno.
Hoy ya no lanzan niños al precipicio, ya no crucifican a forajidos, ni a inocentes, los leones no participan en el circo de los gladiadores y las cabezas no ruedan por las escalinatas de las pirámides al sol. Sin embargo, la persona es la misma en la guerra, la misma, insaciable y extrema.

La persona se derriba ante una sociedad consumista, se arruina engañada por un sistema, se asola por el deseo, se extermina en la superficie de una escéptica idea: No Soy.
¿Qué es eso del Ser? ¿Para qué sirve?
Cosa de poetas.

Año 2009.

sábado, 21 de mayo de 2011

Oda al Ser + (8).

La Esperanza es fusión, noción inconmovible que supera las ideas, misterio eterno insoluble para la Persona y visible para el Ser.
Conciencia en la consistencia de un camino constante y desconocido. Caos, fárrago, anarquía. Orden, disposición, testamento.
Cruz y Ser.

El diálogo sigue: yo y el fenómeno del tiempo. Virtualidad de ir hacia atrás, lejos, y ahora.
La atención a la molécula de oxígeno que inhalo y la cálida bocanada de aire viciado que exhalo.
Ciclo continuo de animal y planta en correspondencia mientras todo aparece y desaparece para Ser: esencia, sustancia, energía, movimiento, forma, luz… Pre-Esencia.
Transformación inmortal e inmortalizada del ser humano que no será otra vez humano.
Mientras, nos empeñamos en repujar sobre el marco del espejo ideas e ideas, sin embargo su reflejo cada vez que nos miramos nos muestra una imagen distinta, y es un recuerdo.
Una simple luna de cristal con capa de plata, así es nuestro ideal de humano y aun así tememos mirar donde no existe nada, solo un drama imaginado de un ayer trasnochado, transformado en arquetipo histórico debatido y rebatido, fantasmas de la inestabilidad afines a la ignorancia, un miedo glandular remoto intrínseco a la especie.

¿Quién será el que viene y para qué? ¿Qué intención tendrá? El imprevisible ser humano solo desea ingerir, tal es su sino. Dale de comer y se saciará pues es inocente en sí. El animal es inocente. El sacrificado es inocente. El universo es inocente.
Leamos la palabra cincelada en el dintel del espejo. Ágape. Idea de ideas.

Año 2008.

miércoles, 20 de abril de 2011

Odas al Ser + (7).

Cuando se abre el transparente telón del corazón abandonada la periferia del palco y la platea, suspiramos para que amanezca un sol radiante. Sin embargo nos conformamos con el silencio quieto de una calma parecida a una despedida eterna. Conocemos de máscaras y marionetas, de tormentas, amaines y bonanzas. Observamos como suceden efímeras, sin que apenas podamos acariciarlas, puesto que las otras, las siguientes, las que desconocemos nos atraen con esa mezcla de aspiración e inquietud.
La escena de la verdad no tiene decorados es blanca, extensa, profunda. El libreto es breve, simétrico y afín. Libertad, fraternidad, igualdad. Belleza, bondad, verdad. ¿Será que cada una de estas seis palabras contiene íntimamente otra palabra superior?
Los amantes, a veces trascienden una pizca de estrella una migaja del destino y se encuentran con una explosión cósmica que les deja atónitos de placer no glandular, no sensual y a la vez si. Ellos saben de ese enorme instante, cuando un rayo de sustancia y razón desconocidas atraviesa cada una de sus células, el tiempo se paraliza y el espacio se muestra pleno.

Después viene el miedo a la muerte el retorno al lugar ordinario. Buscamos de nuevo al Ángel para que nos traspase otra vez. Buscamos el dulce abrazo del instante que existe antes de la vida.
De donde vienen los sinuosos que inquietan la voluntad. Esos bajos aledaños de la convulsión que alteran la paz.
¿Son la denegación del bien? Pienso en el cruce atómico de la pura duda, la que posee la verdad de no saber, la que emerge sin cesar de la ignota estructura cósmica. Siento al espíritu antes y después, entre mil verbos pasados, espejo y consistencia a la vez. Un paso adelante en el espacio, en el tiempo, en el Ser laberinto perpetuo de tribulación y alegría de blanco, negro y estrella.

La diafanidad de la mirada es creación en sí misma, contemplación profunda que concibe y discurre eternamente.

La emulsión de la Persona es la reunión con el Único Ser. Silencio desconocido sin Verbo. Paz de Luz al otro lado de las estrellas. Sinfonía de ángeles. Viaje por el Cielo.
Año 2008.

Odas al Ser + (6).

La Muerte. Fenómeno natural forzosamente inexcusable. Gesto mohíno de la vida que acaba en funeral con o sin exequias. ¿Y ya está? Ya no se Es aquí. Pero se puede afirmar ¿Qué ya no se Es más aún? Todos no… Nadie… Algunos…
¿Por qué no todos? ¿Por qué nadie?
¿Quiénes son los perpetuos? ¿Quiénes son los efímeros?
Si deseas descansar en la bondad de la paz
¿Por qué tienes que ser eterno?Sin embargo, si optas por ser eterno
¿Por qué ser mortal?
¿Quién lo decide?

Un infinito universal. Un original génesis. Un cambio de ritmo en la vibración ondulatoria de las particulares partículas. Un inspirado verbo atemporal. Un valor superior a la muerte. Una alborada de la vida interior y exterior. Una claridad de la voluntad con dirección a un mismo centro.Una creatividad por doquier. Una incalculable obra activa. Una predicción racional.
¿Acaso todos los seres, por si mismos no saben perfectamente la naturaleza que urden?¿No es el almendro el único ser del universo que sabe concebir la almendra, el caracol su concha espiral,
y la ostra una perla? ¿Qué es esta Creatividad? Si la contempláis admitiréis que es inteligente y su sabiduría no tiene fin. ¿Podéis imaginar algún sitio donde no esté presente la Creatividad? ¿Acaso el Espíritu Creador no tiene la facultad de saber la causa de su creación? ¿Y no posee un conocimiento sin límites? Y está presente constantemente en cada uno de los granos de arena de todas las playas que se desmenuzan instante tras instante un poco, merced al viento que mece las olas. Incluso un cristal percibe como tomar su íntima forma, su color, su fortaleza. Él crea todo lo que ha sido, es, y será. ¡Es omnipotente! Él es la fuente de agua clara que mana sobre el Ser. Buscad primero el Reino y saciad vuestra sed. Encontrad al Hijo y conoceréis al Padre de la misma Naturaleza por la que todo fue hecho.

Año 2008.

Odas al Ser + (5).

Estas palabras no se cuanto tiempo permanecerán vivas pero serán estáticas, sin movimiento ya que lo perdieron en el mismo momento que deje de tocar las teclas del ordenador, que no piano. Observar las letras avanzar linealmente en la pantalla es advertir que el tiempo no tiene posibilidad de ser retroceso. El tiempo es el Es.
El recuerdo un trance con escenario diferente del presente. No somos los humanos hojas caducas, ni broza perpetua, ni zafras de la especie.
Somos puntos seguidos y suspensivos que trazan una línea de dibujo diverso, a veces un simple bosquejo y son escasos los que logran un serio retrato digno para una exposición. Sin embrago algunas formas permanecen más tiempo que las otras. Existen signos, símbolos, palabras que avivan movimiento material e inmaterial tal eficaces entidades, jurídicas, sociales, morales. ¿Inmortales?
La corriente invisible del río Tiempo no cesa de fluir para todos al unísono con independencia del reflejo de la luz sobre la superficie de las aguas y sus dispares tonalidades.
No hablemos aún de la mar oceana pues el piélago, nos es todavía inescrutable por su sublime imponencia y nuestra gabarra está maltrecha. Pero... navegamos, queramos o no, navegamos. Siempre avante. Obligados a sufrir el reflujo de las mareas.
¡Mejor! Así aprendemos de bajíos, corrientes y barrancas. También de dorados lagos al amanecer y al atardecer, y a veces, nos damos cuenta que existe un centro brillante al mediodía.
Año 2008.

Odas al Ser + (4).

Eterno femenino. Madre Inmaculada.Lámpara de Amor. Diosa sin fin. Espiral eterna: tu Hijo. Un fruto más y otro, y otro hasta la extenuación en los tiempos de la entrega plena al agua y a la sangre. Camino de luz de Luz. ¡Efecto final! Alianza de amistad bajo tu morada de Esperanza. Amor de Existencia Universal.
Intocable a pesar de que la sombra insiste con su opaco comportamiento de error en el juicio. ¡Éxtasis! Silencio.
¡Calla el Hablante! Conciencia pura. Sedoso hálito. ¿Qué es lo que nos das Madre?
Paz sin Duda. Mientras los “yos” se desvanecen bajo la pasión del sublime flagelo que descarna al primer encarnado entregado a la cruz por su voluntad incorrupta Integral y Real.
Madre Alma tú lo encarnas para que Él se desencarne con humilde valentía, con confianza completa y jamás muera.
Él te ama Madre como Tú le amas a Él.
El Amor es Idéntico a Él, a ti, Madre.Cuando tú mueras Madre.
Él, tu idéntico, volverá contigo para resucitarte.
Trance simultáneo sin tiempo, ni espacio, ni fin.
Madre de la Esperanza, darás a luz, la propia Luz.
Año. 2008

martes, 19 de abril de 2011

Odas al Ser + (3).

Alma de dinámica forma inmaterial. Principio de vida. Soplo sublime. Humano germinado con especies de mujer y hombre. Encarnado por amor y placer. Aledaño de clonación, bajo abstracta naturaleza: Deducida e inducida. Próximo hijo adoptivo de intenciones diversas. ¡Que frío augurio! Centella de esencia afín a la higiene del Ángel en ti confío, para que llenes con tu fulgor a las desapasionadas criaturas humanas nacidas en las prepotentes probetas de la Diosa Ciencia.
¿Qué dirán entonces los amantes sin madre?¿Recibirán la percepción del Puro Rostro?
Vosotras estrellas que acicaláis la oscura intimidad levantad la marea de la sangre. Galaxias caracolas haced resonar canciones de amor en Oriente y en Occidente, en el Norte y en el Sur.
Verde astro de vida, Cruz de Encuentro Universal no te alejes, ni del padre, ni de la madre. Muéstrales que el miedo no existe, que es solo delirio, es el pavor del Culpable quien asalta al Inocente.
Los fantasmas del Origen ya no son, aunque si la codiciosa tragedia.
¿Acaso el agua del mar teme a la luz del sol? ¿Y las nubes a la tierra?
Tabla rasa de poética existencia. ¡Vida Eterna!
Año 2007.

Odas al Ser + (2).

La Duda del Peregrino es la fantasmagoría agazapada bajo la absorción subjetiva-sensitiva y su habitual juicio ante la avalancha frugal de corrientes racionales y la opacidad mental del desasosiego emocional.
Sin Luz la vida es ceniza cercana al impulso de la irasolo el necio no ama a su Padre, a su Madre, y a su Hermano.
La realidad de la impotencia del poder inflama la No-Vida. El No-Ser cree que ha vencido. ¿Dónde? ¿A quién?¿Ama la muerte y eso tiene valor?El humano anhela ser un afortunado de la Creación pero no encuentra su vuelta al Paraíso, teme porque sabe que va a morir.
Aunque la belleza no se marchita solo es la percepción de una mirada equivocada.La disolución en el universo guarda nuestro sabor pero no es el Ser.El fotón de helio y la fusión de hidrógeno de los astros no son la primera Luz.

Los ángeles transcienden la materiael polvo cósmico, el plasma universal, el número y la altura de los escalones, la angostura de los corredores del laberinto,la ascensión de la Voz en los Coros,el mismo solio de los Tronos. Los ángeles no son de este mundo, no son un momento.

Esencia e inspiración de una intención vital profunda que nos trae y se nos lleva.
La voluntad es piedra, la voluntad es hombre y mujer,la voluntad es pasión constante, es impulso de vivir siempre, es el núcleo de la realidad integral. El Ser es función y voluntad en un mundo completo Natural y Sobrenatural.
Él nos quiere junto a si mismo y su hermosura no tiene fin. El fragor del torbellino terrenal entorpece la lucidez y no advertimos cual es nuestra principal aspiración. Sin embargo…¿Cual es nuestro mayor deseo?Nuestro encuentro con Él.
Aún así seguimos sin que hágase la Voluntad. No es esperanza inexplicable, ni vergüenza inconfesable. ¿No tenemos pruebas? ¿Todavía las buscamos?¿Hemos experimentado la Voluntad alguna vez?¿La hemos practicado?
Si teméis, preguntad primero a los sabios de la historia, juzgad y elegid un maestro, después decidnos quien Es.
Porque buscamos la pureza del corazón constante y eterno.
¿Acaso no puede ser posible que con un solo pálpito de Amor que el Tiempo se detenga y la Luz se haga perpetua? Preguntad a los filósofos. Preguntad a los santos. Preguntad a Dios.
¿Por qué no?

Año. 2007

viernes, 15 de abril de 2011

Odas al Ser +. (1).

No es necesario gritar para que me escuchen los ángeles, de mundano artificio los caídos, de amor sincero los ascendidos.
Ha tiempo que guerrean en mi corazón.
La belleza para mi es la sabiduría del Caduceo que sufro con la libertad inevitable del Origen y con ella me atrevo a rechazar no sin gran temor, lo atroz.
Presto prudente atención al subjetivo fragor de la batalla, incluso observo la delicada polvareda de lo venial.
Reconozco el peligro del abismo, que muestra la común fosa y sin embargo, ahí me encontrareis, ante su pie frente al inacabable Estar del Horizonte.
¿Por qué desconfías animal y hombre? ¿Por qué provocas el miedo? ¿Quién te ha enseñado? ¿Un libro leído al revés? ¿Un drama mal interpretado?
Ahora no te quejes de no Ser por no saber Estar.
Mira, ahí sigue en el mismo lugar el viejo sendero aún cruza el dorado trigal, hasta llegar a la fuente que la vida regala a la verde vaguada del destino protegido por tu Padre.
La ola celeste del crepúsculo mece fértiles espigas cuando a lo lejos se escucha el vibrante tintineo de una campana, llamada feliz de la ermita del Santo, amante de los amantes. Emulsiona con ese horizonte donde no solo existe espacio.
¿Qué sabes del Cielo? ¿Dudas? Mientras las nubes de colores íntimos se deshilachan bajo el prisma de luz de la existencia.
¡Que belleza transformada ya es noche estrellada! Radiantes fenómenos de la naturaleza. ¿Acaso existen sin Causa?
El Principio manifiesta su misión tanto en primavera como en otoño, entre tanto, nos distraemos con los verdes brotes que se elevan en busca de luz o nos ocultamos bajo el manto de doradas hojas caídas y a esperar algo de suerte en la vida, solo eso, fortuna…
Qué difícil es Ser sin saber cual es nuestra misión. Ser y mundo, ser y tiempo, ser y circunstancia, ser o no ser…
¿Y si supiésemos del Origen fenomenal de nuestra existencia? ¿Cumpliríamos?
Sin embargo, aunque todo te parezca un espejo y nada se fije en Él, es al contrario, todo es Morada, aunque te sea extraña al despertar cada mañana, cuando la abstracción de la noche, ni te ha mentido, ni te ha dicho la verdad y ya ha desaparecido al mediodía, para regresar de nuevo una noche más en el talud del Sueño.
La luz del Astro vulnera con facilidad la rotación chismosa de la murmuración de la Carne y del pensar en círculos, así como penetra toda la ley de Gravedad.
La luz es el principio del Héroe en busca de batalla siempre, si alguien ofende a su Amor. Incluso en la Noche. Así es su misión: Una atención completa al Mundo. ¿Para qué serviría existir si hemos de morir? ¿Por qué seguimos a la Vanidad?
Ya es tiempo de amar con la razón del Enviado Encontrado y emanciparnos para siempre del limite del espacio que nos atormenta bajo su determinante visión paradójica y mortal.

¡Evolucionemos ya! Realicemos la Experiencia completa, unión de todo el Fenómeno de la obra encomendada a todos los que somos simples Humanos ¡Nada menos!

No es necesario escuchar voces angélicas, ni negarlas ofrecer el corazón al Amor, dar sin esperar a recibir como hacen cada día confiados la mies, también la vid y el cordero.
De rodillas o sentado, el murmullo desaparece y también el silencio, sin embargo una austera sonrisa se traza en el rostro tranquilo, nadie habla, nadie escucha, nadie sube, nadie baja.
¿Qué misterio? ¿Entonces quién vive?

¡Una Cruz de Luz en el Templo!

¡Compréndelo! Es una Sagrada Forma siempre viva.

No somos pues unos deportados del universo,
sobre una tierra de incongruentes convulsiones e insatisfecha miseria,
¿Por qué nos olvidamos de aquel día?
Cuando perdimos la percepción de la invisible fragancia
que emana la rosa en el edén primordial.

Así, abandonados vagamos por una tierra baldía de Ideas.
Poco se escucha ya con cierto tino en el ruido de la comunicación.

¿Nos hemos deportado a nosotros mismos a un lugar que no existe?
Los Signos se alejan poco a poco del alcance de los humanos.

Ya no cumplimos las promesas. ¿De quién somos aliados?
¿Ciertamente hemos olvidado qué somos?
¿Estamos abandonados? ¿Acaso perdidos sin Voluntad?

Sin sujeto, solo objeto, como cachivache fracturado,
por la envolvente pesadumbre del absurdo sinónimo de vida
que hemos inventado, para torcer la Pre-Esencia.

Aunque los deseos nos enloquecen, soportamos
su fosco yugo de mueca alegre hasta la muerte
de ojos enmascarados y cuerpo embalsamado,
bajo sudario sin alas, sin relaciones eternas.

No existe diferencia en el flujo perenne del tiempo
entre vivos o muertos, salvo en la proposición erudita:
El humano tiende a autodefinirse bajo un corte diametral,
colmado de fetiches lógicos hasta el finito,
más uno siguiente nominal y no contradictorio,
si no, se rompe la regla observante del paradigma: Soy persona.

¿Y eso qué es?
Solo una ley de la realidad del ánima ausente.
El Alma presente no precisa de diferencias.

La contemplación recorre un fecundo mundo
que no es, ni el de la ciencia, ni el de la sabiduría.

El viaje se hace sin oposición, sin universo,
sin edad. A través de un armónico movimiento.

El Silencio es el acto de una palabra del Misterio.

La Paz de la Aurora es un rito sin opinión
de solemne experiencia,
que deja atrás la querencia del paisaje banal
él de la Caverna
y el Origen manifiesta su informe potencia de Esplendor.

El mundo no es del Mundo,
es de la Contemplación de la Paz.

Lo arcano se restaura con el misterio de Agua y de Fuego
aparece la gracia de una ascensión humilde y sencilla,
bajo la confiada capitulación a la Luz del Primer Rostro.

Así se nace a la única Vida, lejos de toda fantasía cósmica
y de la vibración convulsa con o sin ritmo de una vacuidad activa.

Rompe el nivel con un dulce empeño: Haz la Voluntad.

Cruza el umbral del Divino Horizonte.

¡Despierta a tu Cruz de Luz!
Año 2007.

Sin amor ¿Qué nos queda?

No puedo parar de amarte por que si lo hago pierdo la Vida Entera. ¿Por qué sin AMOR qué nos queda? Año 2006.

Potencialidad cuántica.

Horizonte pleno-día o potencia de uno elevado a infinito. Dos: Agua-subjetiva fermiónica liquida-capilar. Pensamiento tres: Tierra-objetiva bosónica simétrica-ondular. Cuatro: Atractor fuerte formal-carnal natural-humanoide. Horizonte nocturno de luna-estrella potencia de diez elevado a un millón en forma de cuerdas multidimensionales-fractales con membranas de espacio-tiempo hacia estados superiores de una sinfonía inacaba y oculta. Taquión-superlumínico-cuadrimoméntico-especial-angélico. Progreso del Ser. Ascesis del Templo. Año 2006,

Verano en Benasque.

Ya no hay misterio en el presente distorsión de lo pasado y ello… Mente, musa del río Cócito que desemboca en el mar de Hades. Menta, planta aromática que se usa para preparar una “infusión”. Lo pensado: Lo visto, lo oído, lo olido, lo saboreado, lo acariciado. Eso… ¿Dónde esta ahora? Y el bajel boga en la mar circular, lineal, y puntual. También hay viento, agua, y sal que es mucho decir. ¿Qué es el futuro? Una causa. Lo difícil es intuir el Transparente. ¿Ahora está? ¿Ahora no está? No lo sé. Tal vez el silencio… Solo hay que navegar. Uno es, cuando es igual, a cuenta de las diferencias. Sublime diálogo. Infinita Oración. Año 2006.

Tal vez el silencio.

Ya no hay misterio en el presente, distorsión de lo pasado y ello… Mente, musa del río Cócito que desemboca en el mar de Hades. Menta, planta aromática que se usa para preparar una “infusión”. Lo pensado: Lo visto, lo oído, lo olido, lo saboreado, lo acariciado. Eso… ¿Dónde esta ahora? El bajel boga en la mar circular, lineal y puntual. También hay viento, agua y sal, que es mucho decir. ¿Qué es el futuro? Una causa. Lo difícil es intuir el Transparente. ¿Ahora está? ¿Ahora no está? No lo sé. Tal vez el silencio… Solo hay que navegar. Uno es, cuando es igual, a cuenta de las diferencias. Sublime diálogo. Infinita Oración. Año 2005.

Angustia.

Ni escudero, ni caballero, ni plebeyo, ni señor. ¡Solo la Vida! Hueca tal ánfora mentirosa, depósito de bajel con particular deriva. Era perdida de Lemuria, ojos de arena, piedra fósil de palmera. Pozo de petróleo, carne quemada encubierta, avaricia. Mundo de crédito, plástico magnetizado, insolencia. Comisariado, comisionado, fidecomiso… Viento denso, infesto de angustia, sin oxígeno, sin éter, sin Eterno ocultas la luz del rostro en el espejo, gran ignorancia. Jadeo nasal, roto en la garganta, que no llega al corazón, fórmula de gases sonoros entre dientes y más allá de ellos. Año 1998.

lunes, 11 de abril de 2011

Los Días.

Cuando buscas demasiado, vuela el cielo sobre las nubes y la tierra se tambalea ante la mirada atónita de los ojos de tus pies. Mientras tanto el sol y la luna, solos, juegan al yo-yo en blanco y negro. Si buscas demasiado, esa cosa del ello, danza y canta en un medio, sin remedio de ser todavía, llama a la guerra y forma una barrera ante tus manos que se cierran. Entretanto gira un carrusel de sube y baja con una hoguera, una fuente, un pez, un jabalí y una ventana. Un niño hace pompas de jabón, mientras, le observas y te alegras. La vuelta a casa te entristece, el tiempo que buscabas se fue. Te sorprende la mirada de un viejo jardinero que retoca el seto de una especie de laberinto. El olor del barro salta a la calle. Pisas fuerte sin saber porque y la tierra se hunde un poco más de los previsto. Pesa el caminar. Y la vida busca sustento en los árboles, acaricias sus hojas, te mareas un poco al alzar la mirada a lo alto de las copas. Luego sientes que las raíces están metidas en el mismo fango donde se hallan tus pies de ojos profundos. Mil velos perturban tu paseo y la llama de una columna de fuego los traspasa ante tus ojos secretos. No es ni luz, ni oscuridad, solo una ilusión pertinaz y osada llamada miedo. Afortunadamente el gorgojeo de los siete surtidores de la fuente dedicada al poeta, te trae la realidad del mundo, que está en el medio. Una paloma blanca se ha posado sobre un desmochado monolito de granito sepulcral que han instalado en medio del bulevar. La tierra se convierte de nuevo en polvo, te das cuenta que por debajo del paseo pasa la línea número uno del metro, y te preguntas si las raíces de los árboles llegarán algún día a traspasar el túnel de cemento, y arañarán el lomo de los vagones. Te fijas en la gente, a veces con solo una mirada es suficiente. Entonces se levanta una ligera brisa desde una boca-calle cercana. ¿Quién observa a quien? Es la voz que te escribe a ti transeúnte. Eres una simple metáfora y sin embargo progresas. ¡Que misterio! Es verano, todos están cansados. El sonido de las pocas cigarras que quedan en la ciudad, traspasa a veces los ladrillos de los edificios, y los muros recuerdan cuando en algún tiempo fueron roca. Entre las palomas se ven algunas alondras que beben poco y vuelan alto, sigue el calor. Ahora los cruces de las calles son circulares, los semáforos controlan las nuevas rotondas de la ciudad. Son como filtros de la voracidad de las pasiones humanas. Si está rojo debes frenar, el verde te indica que puedes respirar y el naranja te envía ese instante, que existe en el círculo, cuando el fuego se une al agua y levanta el viento que transporta a veces tierra, a veces vida... Permaneces o te vas, te detienes o pasas, así es el semáforo del Foro, en el centro de tu centro, de la urbe en que vives los Días. Año 2000.

La jubilación automática.

Emigrantes en la Europa tecnológica: Sed bienvenidos para cotizar ¡Cotizad! Vosotros haréis lo que las máquinas no quieren. A nosotros nos retirarán a los cincuenta. ¡No! ¡Mejor a los cuarenta! Será una inmensa fiesta, como en la decrépita Roma trabajo para los esclavos, bacanal para los ciudadanos. ¿Será así sus Señorías? ¿Será así omnipotente Kapital? Que llueva café de origen en los campos del Sur. Sino, que nos invadan los bárbaros… Año 2000.

El arte es un naufragio.

El arte es como un naufragio en donde uno se queda solo ante la inmensidad del mar. Una vida a la deriva en una isla perdida. Donde todos los días con la esperanza del amor, introduzco una nota en una botella y la lanzo desde la playa al océano de las ideas. Año 1979.

Fachadas.

Liberados de la opresión de las clases, no sería mejor volver al barroco, distribuidas bien las riquezas. ¿No nos llega para palacios del Marqués de Dos Aguas para todos? Porqué nos acordamos de la guillotina, porqué de los Romanov. Pilares espirales en los que se enredan miles de vides, fachadas llenas de adornos que muestran millones de vanidades, calesas de doradas pateras y carrozas enjoyadas de diamantes cayucos, rococó con madera de ébano para la mortaja de un continente. Año 1998.

Cuestiones.

¿Qué ocurrirá si desaparecen las máquinas? ¿Todavía no estamos preparados? ¿Quién haría el trabajo duro? ¿Por qué es duro el trabajo? ¿Quién lo ha querido así? ¿Para qué la velocidad? ¿Continuamos necios? ¿Dónde va el dinero? ¿Seguimos ciegos? ¿Somos cobardes? ¿Qué nos ocurre? ¿Llegará el Día? Año 1998.

Volver para olvidar.

Vuelvo al encanto de mi barrio, a las estaciones marcadas en las hojas de los árboles del jardín de la alameda, a las paradas de frutas sobre la acera, a los pequeños puestos de flores, al café de la esquina, al kiosco, al estanco, a la mirada de las figuras de las cancelas. Vuelvo y me olvido del mundo, de la lucha, del hambre, del sufrimiento, de mis penas. Y por la noche observo la luz anaranjada de las farolas, desde la ventana, de la buhardilla que no es. Todo se parece a un tenue amanecer al revés. Pierrot il ne va plus - repite mi crótalo particular. Año 1998.

Siglo XX.

Adiós al romanticismo, adiós a la selva, adiós a la leyenda, adiós a la carreta. Nace el cybor, nace la red, nace el multimedia, nace la realidad virtual. Se mutan los genes, nos mutan los genes, próximo engendro máquina-ser, biológico chip chip. Siglo abstracto e informal. Siglo atómico e infernal. Siglo guerrero. Siglo post-moderno. Conjunción entre dos eras: La de la Tierra y la del Viento. Siglo XXI... Viajar en una nave espacial, soñar en medio de las estrellas lo del puente y la vereda. Año 1999.

miércoles, 6 de abril de 2011

Tic tac Mundo.

¿Será un túnel de metro abandonado el futuro para algunos jóvenes? ¿Será la delincuencia tipo skin head la parada? ¿Será el salario de la desilusión la salida? ¿Será el negocio de la droga la ventanilla? ¿Será el gasto pomposo de los macro proyectos públicos electorales la estación? ¿Serán los Aves? ¿Será la banca? ¿Será la iglesia? ¿Qué será? Con todo este embeleso vivir solo es un segundo. Tic tac Mundo. Año 1998.

Mejor de oro.

Empleados, empleables, parados eventuales, parados sin remedio, enfermos mentales, toxicómanos, mendigos. El Judas Escariote reina en el palatino. Monedas, treinta monedas de plata. ¡No! Mejor de oro. Adiós bondad escasa. ¿Adiós a Dios? ¿...? Año 1999.

Narciso y Yo.

Me observo en el espejo, descubro la oración, no es narcisismo, es el susurro del alma, el consciente atmosférico, la cadena moral del universo. Expresionismo, impresionismo, informalismo, surealismo. ¿Que me dice el espejo? ¿Nada? ¡Oh si! Oigo: Cada cosa tiene su qué - responde Narciso. Año 1999.

El ermitaño.

Madera de árbol silvestre, roca en forma de pilar, seta con ojos bajo el sombrero. Sol líquido anaranjado, perfil sobre cielo azul de bejín nubarrón, luz bruja de tendencia oscura sin luceros ni grillos, pensamientos vacíos. Me voy a la cueva, soy un ermitaño. No tengo hogar ni compañera. Solo un agujero en la tierra. ¿Por qué? Je n'ai pas besoin de construire un empire. Año 1998.

El hombre y la bestia.

¿Por qué la serpiente tentó a Eva? ¿Cual fue el pecado? ¿Ofrecer fruta, desobedecer sentir deseo carnal y poder? El reptil sigue reptil, el hombre una evolución, movido por la ambición. Saurio enemigo ancestral de mamífero, dragón inmundo, víctima de arcángeles. Bestia que te quedas bestia, hombre que eres hombre. Pobres todos, vivimos en el mismo embrollo. Año 1997.

domingo, 3 de abril de 2011

Las garras.

El pezón de una teta pública, autóctona y orgánica, reposa sobre un tronco partido, llamado algo así como España. Sin embargo, dos sendas garras, una por un lado y otra el por otro, se agarran alternativamente, tal ejercicio gimnástico intrascendente al sangrante y maltrecho pecho. Es oficial, estatal, gubernamental, público... Solo es electoral. ¿Democrático? Arriba a la izquierda del hemiciclo en lo alto, una oscura fosa exsoviética, a la diestra, a la misma altura, la cruz rota de la rueda de un carro. ¡Que desgracia! Año 1998.

Surrealismo cinema.

Porque no coger, poseer, una afilada navaja de afeitar, y abrimos bien con los dedos los parpados del ojo izquierdo del prójimo y rasgamos con suavidad, justo en horizontal diámetro la esfera ocular. Que placer ya no hay visión global arriba lo de arriba, abajo lo de abajo nada de particular. Ahora ya estoy tuerto de verdad. Año 1997.

Guernica.

Ojo, bombilla, interior, gris, negro. Todo llora, grita, amenaza, sentencia, y muere. Reclamar con fuerza, luz para el hombre, llama de victoria. Gritar libertad, igualdad, fraternidad sin ser francés. Creérselo, hacerlo y darlo. Dolor diario, dolor de caballos y toros. Premio de matadores. Año 1997.

Quién sabe el qué.

Tú no lo sabes o quizás si, siempre se consuma algo, también se consume. Eso si que es necesario, consumir y consumar. Sino qué queda del día. Otro no puede o no quiere, cumplir siempre requiere responsabilidad, como ejecutar a cualquier tipo. ¿Qué digo matar? No. Digo consumir. Digo gastar. Tal vez sea así el sistema o la galaxia. Quién puede contra quien, que sabe el qué. Perdidos y bobos, andamos riñéndonos, para provecho de los zorros, todos, todos. Año 1997.

Un sueño.

Dolor de tiempo, no hay luz en las tinieblas, espeso color negro. Ahogo. Por fin me duermo, se enciende un flash en la noche, he ganado un premio. Dinero. Los campos florecen, ofertas de viajes en los escaparates, el Gran Almacén saluda. Tarjeta. Perfiles de palmeras, sobre agua esmeralda, sorbo de cóctel, ajusto la hamaca. Que bien. Despierto y espero de nuevo la noche. Año 1994.

Infidelidad.

Manzana, fruta prohibida, vulva pre-sacramental, conciencia o coincidencia. Serpiente reptil, exsaurio sin patas, mal hablada y vengativa. Mujer desnuda madura, abochornada de placer, come, come con ansia. Luego las comadres lo contaran, todo te pesará. ¿Pero acaso no estoy sola? ¿Quién lo va a notar? Yo que soy el hombre, muñeco del poder, yo lo haré saber. Hablaré y hablaré y así de decoro me llenaré y luego me perdonaré por el gusto que me da joder. Año 1995.

Que ustedes no me olviden.

Soy un lejano bailarín, que marco el paso: un, deux, trois. Arpio flemático y cruel segador, también perro de presa con instinto sanguinario, amo las masacres sobre todo de humanos. Emperador de la guerra, alma negra de hospital, susto de carretera, terror de vida. Soy un cercano bailarín que marco el paso ahora con presteza: un, deux Soy un innombrable personaje, pero para que ustedes no me olviden, me llamo Muerte. Año 1995.

Arte y guerra.

¿Físicamente es arte la trasgresión efectuada por la fuerza cuántica sobre los medios expresivos humanos alejados de una utilidad cotidiana? Arte-moda. ¿La naturaleza es arte? Si bella y estética. No cuando de excrementos, por ejemplo, se trata excepto la opinión de algún “povera” italiano. ¿El hombre es motivo de arte? Según se mire. El David es arte. ¿Su modelo fue arte? ¿Las gordas flamencas son arte? Los montones Tutxis y Jutus muertos son un escándalo. Pero un escándalo a modo de "happening" cruento y provocador de la televisión, una atrocidad. Son una aberración, son un horror, son hombres. ¿Son hombres? ¿Qué hombres son hombres? ¿Los mismos de Chechenia o Bosnia? Los de Irak, los de Beirut. Los del 11 S, los del 11 M… Y que me dicen de las mujeres. La Gioconda es arte. ¿La mujer es la madre del arte? ¿Dónde nace el arte? ¿Nace en el mercado? ¿Nace en el cielo? ¿Es una molécula? ¿Es una sensación? Angustias, formas, trabajo. Plumas de pavo real, fuertes trazos negros, colores angelicales, voces rotundas, toros en las fiestas. Solo corrida. Año 1993/2003.

Preguntas.

El hombre se nutre como un animal bajo el pretexto de la razón devora y devora su consciencia el hombre ama la guerra. Ya se quien eres, me dicen. ¿Quién soy yo? Me pregunto. De pronto todo se desvanece. Tal vez solo sea el miedo y la ira, movimiento de frágil marioneta. La verdad de la historia todavía no ha nacido o tal vez no se ha visto la luz. ¿Será la cruz? ¿Será el laurel? ¿Será el ultimo "requiem" su comienzo? Y porqué no un inmortal destino. Legiones de ángeles, legiones de diablos, síntesis del bien, síntesis del mal. Decencia, dignidad, modestia, pudor, recato y reserva. Tentación, seducción, pecado, caída, culpa y delito. La vida y el paraíso. El mundo y la carne. Que gran parlamento. Que difícil sufragio. ¿Quién ganará la batalla? Con el sacrificio se llega a la perfección, con el recogimiento se atisba el misticismo. Incólume vuelo por lo etéreo. ¿Por qué cayeron los ángeles? Tras la fatiga de la razón, viene el susto del quebranto, el miedo a la muerte. Año 1993.

Renovación.

Yo que soy hijo de hombre y mujer, hijo de fuego, de agua, de tierra y de viento, una vez leí una sabia frase que rezaba: Si en este mundo debes honrar a alguno de tus semejantes, comienza por honrar a tu madre, más tarde a tu madre y otra vez a tu madre, luego a tu padre, a tus hermanos, a tus amigos, a tus próximos. A donde vas Primer Mundo tan de prisa. ¿Acaso te queman tus pies de barro? De donde vienes hombre tan angustiado. ¿Dime quién te ha engañado? Luna y Sol. Estrellas para contemplar. Universo para meditar. ¿Por qué guardan silencio? ¿Qué placer tiene una vida sin pecado? ¿El deleite de la virtud? Elegid la de mayor gozo si os atrevéis. Si el error se paga con otro error, si la incultura se remedia con la opresión. ¿Donde esta la justicia? Año 1993.

Paisajes.

El mercado está revuelto, no se venden cisnes blancos, las aves de corral cacarean, los conejos fornican. La bella dama se ofrece al tiempo, el galán desaparece, mientras tanto los reptiles serpentean a placer, la luz se apaga con el lenguaje de los patos. El barco sale a la mar con el viento ceñido y los papeles originales depositados en el pueblo marinero. Las gaviotas siguen la estela de la vida, el capitán busca en el gris cielo, esa luz que cree que nunca se apaga, en el mástil una bandera morada. Año 1983.

jueves, 31 de marzo de 2011

Locuciones parabólicas.

He atravesado los dos caminos, el de la risa y el llanto. Un rayo de sol ilumina el polvo de la estancia a través de la rendija de la ventana. Una vez traje a los demonios conmigo hicieron un buen trabajo. Se encendían las luces de los pescadores brillaron las estrellas, apareció Pegaso. Hubo lloros de blanca lechuza que se oyeron en casi todo el universo. Risas y más risas, risas de lucha risas de muerte. Vueltas y vueltas, vueltas de pena vueltas de risa. Blanco. Año 1981.

Ente particular.

Fantasía inusitada, desbordante de caprichos, concuerdas dos mundos, litoral y océano profundo, alcanzando el serio limbo del arte perdido, donde la nitidez está ensimismada por aquello del alegre concilio. Ves lo que en sí tomas de la existencia, captas los vuelos largos en su tensión, rozas las campanas de la pureza, entornas el lecho pobre, conoces la abundancia crítica, desvaneces los imposibles, siempre cortas el abismo, tópico del cáncer vital. Encuentras la acción pacífica en su tercio rumboso, solamente sobre las horas llenas con las manos pequeñas del cómplice corporal, verdad encuentras en cadenas rítmicas, embriagas a muchos seres das lo constructivo imploras lo real más perfecto. Año 1973.

Un lance.

Voy en ámbar fósil solo, recostado encima de hiedra mural, me deslizo sin miedo, por los tramos suaves del tobogán , contagiado de un ámbito sereno, porque el amado silencio, mella la falsa consonancia. Cara a cara en el duelo, avanza el calvario de la pasión, temblor interior, memoria perversa. Somos el nada que continúa, tras el sol de mediodía, cántico mundanal retorcido de absorción no depurada e insatisfecha emoción. Me podría preguntar. ¿Cual es el triunfo? Miraría las arenas envueltas por el viento, llegaría a ver el incontrolado sentido, conocer cuando ha sido el sutil contacto y aún podría alertar al fuego, la causa de mandatario perfecto para un instantáneo juicio. ¿Cómo más? Si aun no veo. Año 1972.

Reciclaje.

Pienso en las frágiles sirenas, que acarician las desdichadas caracolas, producidas por el puro contingente material, en un nítido día de radioactividad. Esto entumece el corazón, volcada la ira solícita de destrucción. La insensibilidad introducida en sitios dulces mordisquea el encanto feliz de aquellos que todavía no conocen la verdad. Si no la conoces búscala en el aquelarre de la ciudad en la boca de las gentes sobre algunas mesas, en la tele. Furor atrayente de ansiedad oculta, afán objeto por el vil ganar llega a todo lugar. Amor, ven aquí enséñame el Hogar. Año 1983.

Cosas.

Estoy dentro del globo colmado, contaminado y viciado, están así los escarabajos, también los visones, todo está reducido y programado. Mordaces tiburones, venden cosas sin valor, los terrenos siguen su sabido camino, la prueba no está sólo en los ríos. Con el andar comienza la mentira, siempre alienta el rostro, se recomienda altanería. Reputación es lo primero, la experiencia puede también, cosas pasan sobre nosotros, encantan a las moles, destrozan los templos. Año 1972.

Hechizo.

El resplandor cansino del espectro, ahora retuerce las mesas, en torno a la saga del cencerro, acapara el templo del necio, atestado de restos carcelarios. Expresa el esquema sobre el tapiz, resta el precio del tiesto, capaz de divagar con la estera. Sonríe ahora a la güija, porque arrimarás el capricho, cuando se entra en la casa elíptica del jarrón. Año 1972.

Aguas amarillas.

Sopas zarrapastrosas de orín , ensimisman al reo por su cartel arterial, con ellas se llega al arrepentimiento, del miedo. Estas de diferentes tonalidades, ratifican la sentencia , considerado el aspecto final, es reverenciado el carcelero. Llegan ya siendo esperadas, aunque siempre causan penas, extrovertida el alma, promulgado el corazón. Extraen del ánimo el cariz desmentido, hundida la altivez interna, conjugados los lazos de la vida, retraído el sentido del aliento. Aguas amarillas de reo muerto. Catarsis última terrenal. Año 1972.

Casualidad.

El enrarecimiento del ambiente, absoluta venganza de alguien, en el campo habitable, dentro de la logística mundana. Causa del agravio, síntomas del buen vivir, muchedumbre evolucionada. Activos moradores del hidrógeno, llevan dentro de sus canastas en son de catástrofe radial, impurezas olfativas de comida rápida. Claveles inodoros arruinados, están en casa sobre el excusado y en muchas de las mesillas. Vaina kitch… Año 1982.

Inisignificancia.

Acampa, acampa en las sabanas, bajo la sombra de la acacia santificada , que adormece a los leones. Comienza a repudiar los laureles, del acaso poderoso roble, en una noche impoluta, donde la casa del séptimo individuo. Cosas, cosas que bullen en la olla, dentro de las palmeras de un hospicio. Somos el nadie que despide a las golondrinas, sentados en el ojal de un abrigo. Hace frío. Año 1972.

Lirismo lirios.

Otra cálida corona, importa al pensamiento, sencilla como insignificante, sin enredos, con regocijos de amor, esperanzas de felicidad, circulan en su sentir. Honoremos esta candidez, subiéndola al altar grato, de un paraíso sereno. Acostumbremos al infinito a tal desvelo con un deseo solar de lirios silvestres, cúspide de todo anhelo. Año 1972.

Representación y suplica.

Un escalofrío recorre mi espalda, como espada fría, que lentamente se clava. He nacido así, o es que llegan tras de mí, los demonios de la insaciable razón, de esta maldad que es no poder. Acaso yo no soy como todos, entero, humano y lleno de odio. Recomiendo a mis amigos, lloro por mi pobreza de espíritu, orgulloso soy ante todos y humilde cuando la falsa modestia manda, castidad podrida, esperanza frustrada, elogio a los que puedan ordenar mis beneficios , soy infame con mis ilusorios contrarios. Recojo el fruto de mi cosecha, me sirvo de la vanidad inútil, las entrañas se nutren de locuras, pero siempre acabo por localizar, un buen sentimiento. Escaso margen de humildad, llegó la hora de volver a la faz de la tierra, caigo en la carretera. Salmo de David acoge a este tu siervo y sácalo de la vereda del tenebroso misterio. Año 1983.

El trascurso de la tarde.

Acabo de empezar el rostro, durante toda esta tarde no sé si lo terminaré, aún tengo miedo de seguir, el cincel ya no se clava, la luz es menos intensa, el ansia se nota, quiero pedirte un favor: Abatir el sincope es susurrar a las estrellas, hagamos el acontecimiento y luego iremos donde se es, he ahí la clarividencia de la ignorada secuencia. Año 1983.

Por los poetas.

Otros tiempos mecen los vientos y los cantares de Epopeya se tornan en cruentos tonos celulares, donde la distancia es un reto que la velocidad corroe, con el movimiento de un parpadeo. La musa pierde su encanto de ángel, para transformarse en una infiel rocanrolera, los ríos muestran su plástica pestilencia y las calles un pitido lleno de sordera. Me pregunto: ¿Qué debe hacer un poeta? Subirse a los maquillajes, vender hamburguesas o alinear en el horizonte un arco iris con toda su fuerza. Año 1982.

Belleza sin fin...

Las églogas del mar, a veces suelen cambiar, el quehacer de los demás, en un mundo donde la sal, se mece por eso del qué dirán, aunque no se conozca, aunque sea allá, donde el entorno no vitupera la querella, ahora que el agua es buena. Se eleva el aire con suave fuerza, el verano se ennoblece con el solsticio, la fibra vegetal es el espíritu meridional, en un día donde por suerte la fécula abastece , todos los lamentos siguen su camino, a la vez que sólo una alegría, penetra la luz hipodérmica. Bisagras ensangrentadas de severo desprecio, por las cuales nadie es capaz de disolver alegría, señera volátil del miedo a estar en una escucha muda, con fértiles donaires de sinceros parámetros, y naturalezas sin fin en el crono del tiempo. Metamorfosis anonadadas de estandarte febril, cruces bestiales de estigma, iris onomatopéyicos de eso siempre ello, ahí donde como dijo un cantautor, cuanto más miro más lejos estoy. Espumas de arrecife en la lontananza, divulgación de colores de síntesis determinada, cuajo concluyente bajo eclipse sobre mi espacio. No veo. Año 1994.

Silépsis metafórica.

Los nuevos aires de la ciudad, producen en él cambios nada convenientes para su salud, haciéndole crecer un sentimiento de araña que tiende sus redes hacia una eclosión axilar. Medidas, las del cuerpo, las del alma. El alma ¿Qué es? El ecuador de una razón consentida, un mundo de ensueño, un clavo ardiendo, un espejo, un dogma, un cebo. Del cuerpo, lo mismo, un fin, un descubrimiento, el destino enmarañado, un trabajo. Poner una pausa, arrebatarla del tiempo, o languidecer como una ajada sonrisa, morir como un bebé, tras muchos años, siendo viejo, estando arrugado y seco. Suena la cuerda de un conejo mecánico, movimiento de hálito mágico, en un desván donde todo quedó como estaba, sentadas sobre un flotante diván, las muñecas se lavan los tirabuzones. ¿Bonjour, ça va Cocotte? Mientras el clavicordio estornuda, por el polvillo del reseco almidón, de ese carnal chal que ya es casi de cera, y una mecha prende de él. Año 1983.

Predestinación preliminar.

El encanto al unísono del preludio primaveral, mueve por sí solo el envés del alma, que descarga sobre el lago galáctico, viejos olores óxidos de naftalinas encarceladas, auxilia a un pertinaz brillo esférico semieterno, partícipe de nuestra sentencia cósmica, por un mundo de granito, níquel y hierro, o por la trasgresión de los éteres, bajo una ponderación hemisférica oceánica. Año 1983.

Juguetes malos.

A la vez que el viento, transforma un mundo entero, el agua mueve un sendero, que se perpetua en el tiempo. Un mismo día: Suenan las trompetas. Jericó, abre sus puertas sin murallas y brillan las atómicas de muchas Hirosimas. Dentro de los cráteres lunares, se siente la falta de las nubes, todas las peceras están sin peces, todos los niños ahora están pendientes. El espacio de antelación tras constelación, empujado puede que por un neutrón, se transforma en inmensa medusa de chispas y nos hace estremecer más que toda revolución. Año 1972.

Relatividad cualquiera.

Parece que hay un soporte, cuya existencia no se desvela, para quienes quieren una vida bella, donde lo que se dice, vale menos de lo que hay, porque el haber no tiene sentido, en un término de la plural sentencia riqueza. Aquí un epíteto con una alusión, dentro de una evolución convexa, para los que deseen verlo, sin entrar en pláticas persas. Un entorno no es todo el entorno, una lengua no es el mar, y el mar no es desde luego, una montaña feroz que emerge bajo una naturaleza heterogénea. Año 1972.

Amanecer o vacío.

Emitiendo sonido, llega la luz a la tierra, sueltan el rebaño en la calle, latas que ruedan sin manera, ojos despiertos otros medio apagados, ríen o lloran en cuanto pellizcan, hay de todo, hormigas afanosas, zánganos barrigones, algunos se dedican a las exhortaciones. Cuidado pasa del rojo al verde, date prisa al otro. Oye no ronronees ya. Calcula la mesura del depósito, vuelca la ignorancia, escarcha la fruta verde. Si ya sabemos el programa, llegar al ingenuo movimiento, sacar las redes del sótano de casa. Espeluznantemente acaba la primera hora. Si, emitiendo sonido llega la luz a la tierra. Año 1983.

Paciente batalla.

Vivir y medir, sacan carne de la hoguera, sueña la ceguera, turbio se tiene el destino, reemplazado el importe. Acampa en la reflexión, pues la paciencia aún es sutil, risas sin cauce, en horas dificultosas, más olvidos de cosas, innovaciones con cardenales, patrañas armoniosas sin sí. Ora a la campana, ridícula como temprana. Sin saberlo eres razón de esto, arrulla la sequía, cosa mía y tuya, como la conciencia que silba, sin líquido claro. Ya nos veremos más adelante. Año 1972.

Meditación copular.

Son ya dieciocho días de diciembre, pronto surgirá la bella Navidad, yo que soy dos no he nacido, pienso en la inventada perspectiva, pido al espacio que me de una tregua, ya que el tiempo no me responde, me entrego al cáliz de la materia, más cuando llegue la hora, yo seré feliz pues la otra parte, estará junto con la mitad restante. La vida me alienta contra los males, no necesito complementos adyacentes, solo pues así dentro de la felicidad, aquí en la tierra ... Año 1984.

Guerra nuclear.

Enturbió la luz en el cielo, dentro del haz eterno, contra atacó la materia, destruyó lo que había creado, así hizo nada lo que había sido, tan sólo quedó él, como única dimensión. Acontecido el estremecimiento, olvidada la ira comenzó a realizar de nuevo, sacó los soles, formo los ocasos y al encontrar una trémula nostalgia, la opresión del pétreo sentido sonriendo hizo: él del lodo, ella de él. Con más esperanza y dentro del mejor augurio. Año 1984.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Ekphrasis positiva sobre - Primavera necrofílica (1936) de Salvador Dalí.


Clave de sol y agua. Ahí está el ciprés, ese árbol que arropa los cementerios y los huertos, según el viento llenan con su cimbreo, notas ajadas de un piano de cola, que el viento se lleva con buena voluntad, para hacerlas resonar sobre el eco de las distantes montañas. Octavas vacías de un libreto sin causa, que acaso forjaran las cruces romanas, o tal vez sólo fuese la ilusión del rumor de las aguas, en un romántico manantial teutón. Sin embargo mirad como se acercan los pajarillos, al oír el gorjeo de la fuente, que emerge de las notas del piano. El labrador no detendrá su arado.
J.C. Estrela. Año 1982.

Engendro solar.

La intuición epicúrea desciende de lo azul, como subdelirio luminoso, amarrada por sedal artesano de doble hechura, en forma de serpiente y pato, con el alma de una lágrima anaranjada. Queda suspendida ante la atalaya ingrávida de un contorno hacedor de verde pasto, donde se sujetan las blancas cumbres de una montaña. Año 1982.

El hechizo.

La línea del tiempo cambia de color, ya no proviene de esos brillos metálicos con sentido de centrifugación, el tiempo, señores, hoy es verde. Cerca del arco iris, las doradas campiñas de la estepa, se transforman en un consecución de ruinas asalmonadas y violetas, diluyéndose bajo las mismas, otras más grandes ocres y verdosas. Entornan paredes solícitos cipreses, que con sus sombras provocan incipientes retales de un concúbito silencio, en consonancia, con el verde tiempo. Aparece la musa Ninfa ante un vetusto Cíclope de dorada cabellera arremetiéndose, amos de un fuerte abrazo, que jamás hubo pluma y tintero, que lo pudiera resistir, puesto que cambiaron el tiempo de color. Año 1982.

Ekphrasis evolutiva y futurista sobre - La persistencia de la memoria (1931) - Salvador Dalí.

Revelación del Ponto Euxino.
Yace en las sombras, cansada del viaje, bajo un trampolín de cuatro tiempos plegables, a la espera de metamorfosis una ave mustela marina, sueña en el recoveco de sus primeros días, donde el sol daba fuerte en un lugar de Mesopotamia. Lejos quedan otros tiempos y otro lugar de agua dulce que sin quererlo se le llevará la sal. La depresión del Cáucaso, una fuerza nueva emergida del hastío del Caspio, un pulular de hormigas, causado por el apagón y el encendido de un estrella roja, todo esto nos hará cambiar para vivir nuevas aventuras mediterráneas cerca de Lepanto.
Año 1982.

Notas preliminares.

Todos gritan, no se escucha nada, amenaza con los guantes, casi nunca tienen razón, mas soplan la vela, son así como peces en aguas frías, saben que el pescador está en casa, su esposa trabaja. Bogan por sitios sin saber, roen el incauto sabor de la realidad, se amontonan con el amuleto, suerte no habrá. Quieren luchar sin pensar, no dejan hacer, solo destrozan. Muchas veces cuando están solos, lloran tras sus gafas negras, sería mejor olvidarse, al menos del plazo, para alzar de esa forma la mano. Año 1972.

Polen de existencia.

Un Atlas llama a los muertos, el Fénix a ella y ella a la Selva. Un tronco se disloca por completo, como humo que atraviesa los pulmones, donde descapullan pseudopolillas gigantes, todo lo demás ondea hacia la roca madre: una bella Cariátide escondida, que a fuerza de cadera, detiene la lujuria que le ofrece una anémona. La rueda no se detiene, un cincel mágico la bruñe, la belleza y la fuerza se mezclan, la industria aparece, la vida prosigue, un juego de llaves colgado en cualquier puerta. Año 1982.

lunes, 28 de marzo de 2011

Aurea cadena.

El revoloteo de las palomas frente a la luz del sol, un amanecer venturoso me indica, que el maravilloso magma de viejos volcanes, vuelve a germinar para ofrecernos su brisa, con olor de jungla colgante sobre crisálidas escarchadas, que se elevan con nosotros transportándonos a un mundo, donde la leyenda arrecia la vida y la realidad se llama Olimpia, ahí, la tierra se convulsiona, cuando comienza la tremenda danza de todas las tribus. Suena ya la sinfonía del día. Año 1982.

Lo irreal termina en lo real.

Voy al son musical entre claves de sol. Me abstraigo y grito: ¡Libertad! Todas las paredes se rebelan, otra ocasión para llorar, singularmente congenia esta sangre, con el resto y alcanzo el gesto, pongo tregua al desastre. Encuentro las barreras, todavía son las doce, sin ser más recio que necio, sufragio por un alma retante, vengo insinuante. Enciendo el hilo que suena y vuelvo a enredarme con él, acompañado por los tonos, están todos, agudos y graves a la vez ritmo distorsionador en la cabeza. Que jaqueca. Año 1982.

Pasajes de mi vida.

En unos crisoles viejos, se desgañita un señor de las antípodas, tratando de que brillen unas piedras amorfas. Fuera en la tormenta, buscan los reflejos, pasean las bestias. Un rayo a lo lejos, prendió una hoguera, y nadie se inmuta por ella. Cuando por las noches te pueblas de amor, ladra el zorro que llora a Esopo y provoca el canto de la rana encantada, ribera de muchas fuentes, donde suena a la vez , el murmullo de una cascada. En la playa vive un náufrago, que observa las arañas de mar, sobre las olas un tritón ríe con voz de sirena. Año 1984.

Todavía existen.

Noches de miedo en que las cumbres se sonrojan, porque las penas se hunden y piden algo, casas descobijadas por parte del mundo, irreductibles extraños que entran, saquean, el niño llora, la madre se esconde, el padre muere. Otra vez el principio de un fin ya olvidado, la gente en el templo del temor siente la sangre, el techo se vuelve cada vez más húmedo, la despensa ya hace algún tiempo que está vacía. ¡Ay! El amparo del justo. Vuelven a ensombrecerse los cantos de esos pajarillos ya enjutos. Almas que no existen, rocas solitarias, en rincones pobres y abruptos. Año 1972.

Sensación de no volver.

Como nota el ciervo viejo la flecha sobre su piel, causa de su orgullo, junto con su mellada cornamenta, cuando por los bosques desconocidos su corazón atraviesa. Trozos de alma ya perdidos, sentidos apocados y rígidos, caracolas en truenos, ollas eternas, peces sin alas, abstracciones de hondo candor, penetran, se van, para morir un día. Año 1972.

Cubrir el percatar.

Trago soy de vino turbio, que se estremece en la caja de carne roja, de tierra que vuela sin saber. Me limito a la observancia, los tercos redondean sin fortuna, en las setas hay elegancia, otros innumerables tambores, entorpecen la claridad. Rosa hermosa que sutilmente me arrojas con tierna estupidez. ¿Puedes tapar la holgura del mar? Enseña tus muslos en medio de ese frugal castañeteo de tus dientes. Rencorosas como saltarín estupefacto, eran las cadenas de mi cresta, midiéndome con su fragancia metálica. Adiós a la trenza caliente, sin ser orientador. Año 1972.

El golpe.

Rugiente viento, enfebrecido en carácter, orgulloso en deslices, ve donde lucen las espuelas, impón las ideas, corta la vieja marea, sitúa las únicas galas, rateantes con bellos lustros, encoge las gestas vanas, recuerda la hez que brilla más. Sin soltura atracarán, con maravillosa boina engalanada, hacia dentro de la madriguera, rimbombante caparazón. Son tal vez los de incógnito, aunque la vanidad es vulgar masaje. ¡Ojo! Un rostro de mochuelo, acostumbra a resolver la estructura del extremo poniente de mi gabán. Año 1972.