lunes, 7 de noviembre de 2011

ARCADIA DEL MAR (III).

Escribo sobre el agua y la vida, describo el mar y el cielo.
Mi alma está donde quiero.

Playa mineral de cantos rodados y canciones de la mar.
Puerta de agua marina.

Como el pensar, peregrino de instantes, platea el mar ante el cantil.
 Fiel romero, mar turquesa y lapislázuli.

Bajo las abullonadas nubes de otoño, la buganvilla contempla al ciprés silente,
y anhela sus hojas perennes.

El destello del faro va y vuelve, tal réplica entrecortada de luz y oscuridad.
El mar olea quebrándose con el rumor de la noche.

Termino medio entre la vida y la muerte. ¿Donde converges? Silencio sentado.
¿Nada más? Ayer, hoy, mañana. Puerta de cruz estrella.

Por un instante, desde la ventana del escritorio miro la pequeña glorieta del jardín, es mediodía,
y la luz hoy es de rosa, si de rosa, y rezo con los ángeles, si con los ángeles familiares de casa.

No aguardar, ser sin tiempo, habitar el espacio. Este soñar.
Mi alma y mi rostro son del Mediterráneo. No lo puedo evitar, ni quiero.

Zozobra inherente a la circunstancia de estar vivos. Celaje abierto que seduce a la nada como lo real.
Viejo mar brumoso de plomo y de zinc.

Olas. Tal vez ser no sea, pero estar estoy.

Poemario Arcadia del Mar. Año: 2011.