domingo, 25 de diciembre de 2011

ARCADIA DEL MAR (VIII).

Ensenada de tortuga y turquesa. Lugar de piratas.
No me apartes del mar. Implora una roca afligida.

Farallón de extraña figura. Capricho de roca y azar.
Mar azul inmovilizado en blanco y negro.

Otro encuadre del farallón de extraña figura.
Una mirada teleobjetiva surrealista.

Horizonte marino bruñido de acuarela, acicalado de pálidos grises.
Palmas verdes sobre la terraza.

Olas de espumas blancas. Brío del mar.
Difuso vapor, júbilo del bosque, que ríe esta mañana.

¿Cual será el mar de estas nubes? Se pregunta el agreste alcor...
Tal vez vengan de Ítaca.

El mar se cuela por un ojal de la roca. Ánfora profunda.

Ser libre es un proceso, que lleva toda una vida,
como el viaje de Ulises desde Troya a Ítaca.

La aurora luce tal gruta infinita, soñada,
destellos de piedras preciosas, esmeraldas, zafiros.

Amo el amor que une, libre como el mar.
Observo el cabo humilde y divino.

La edad es la realidad,
los sucesos son el tiempo.

Termino medio entre la vida y la muerte.
¿Donde converges? Silencio sentado.
¿Nada más? Ayer, hoy, mañana.
Puerta de cruz estrella.

El perfume del viento no es a lilas, jacintos amarillos, o rosas desgarradas;
es árido, salobre, marino.

Sencilla casa que velas el recuerdo de la barca que estuvo en la orilla.
Atardece, la sombra del acantilado devora el mar añil.

El ocaso barre el fulgor hacia el límite, es como un morir.

Poemario: Arcadia del Mar. 2011.

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