miércoles, 20 de abril de 2011

Odas al Ser + (5).

Estas palabras no se cuanto tiempo permanecerán vivas pero serán estáticas, sin movimiento ya que lo perdieron en el mismo momento que deje de tocar las teclas del ordenador, que no piano. Observar las letras avanzar linealmente en la pantalla es advertir que el tiempo no tiene posibilidad de ser retroceso. El tiempo es el Es.
El recuerdo un trance con escenario diferente del presente. No somos los humanos hojas caducas, ni broza perpetua, ni zafras de la especie.
Somos puntos seguidos y suspensivos que trazan una línea de dibujo diverso, a veces un simple bosquejo y son escasos los que logran un serio retrato digno para una exposición. Sin embrago algunas formas permanecen más tiempo que las otras. Existen signos, símbolos, palabras que avivan movimiento material e inmaterial tal eficaces entidades, jurídicas, sociales, morales. ¿Inmortales?
La corriente invisible del río Tiempo no cesa de fluir para todos al unísono con independencia del reflejo de la luz sobre la superficie de las aguas y sus dispares tonalidades.
No hablemos aún de la mar oceana pues el piélago, nos es todavía inescrutable por su sublime imponencia y nuestra gabarra está maltrecha. Pero... navegamos, queramos o no, navegamos. Siempre avante. Obligados a sufrir el reflujo de las mareas.
¡Mejor! Así aprendemos de bajíos, corrientes y barrancas. También de dorados lagos al amanecer y al atardecer, y a veces, nos damos cuenta que existe un centro brillante al mediodía.
Año 2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario