lunes, 11 de abril de 2011

Volver para olvidar.

Vuelvo al encanto de mi barrio, a las estaciones marcadas en las hojas de los árboles del jardín de la alameda, a las paradas de frutas sobre la acera, a los pequeños puestos de flores, al café de la esquina, al kiosco, al estanco, a la mirada de las figuras de las cancelas. Vuelvo y me olvido del mundo, de la lucha, del hambre, del sufrimiento, de mis penas. Y por la noche observo la luz anaranjada de las farolas, desde la ventana, de la buhardilla que no es. Todo se parece a un tenue amanecer al revés. Pierrot il ne va plus - repite mi crótalo particular. Año 1998.

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