jueves, 24 de marzo de 2011

Comunicación nihilista causada por un desamor.

.Acurrucado, hermogenéticamente circulas en busca de un espejo, que te muestre retratos de tu juventud nuclear para enseñármelos. A pesar de las escaleras que subes, los templos que te cubren, las aves que te visitan, no logras el brillo axiomático que deseas. ¿Por qué? El transporte formal de tu tiempo se transforma en un reloj de cucú, cuyos signos son el virar dentro de una bola de acero, como vaivén sobre cóncava pradera, por la que en un día de sol con unas pocas nubes, perdiste tu olvidada virginidad fuera de toda convulsión original. . Año 1983. .

No hay comentarios:

Publicar un comentario