lunes, 28 de marzo de 2011

Entre la noche y el día.

. Altivez del sentir paulatino, sensación de amargura ante la incógnita, silabeo de pensares tras las cortinas mentales, interrogaciones embadurnadas de materia gris, desaliento inocuo del espíritu bribón de esto que tocamos. Las noches aplastan con piedra y llanto, muero encima sobre negras vistas de un pasillo sin salida, partida de la dicha. En las mañanas que se olvidan, tan sólo se engaña una pena, se resiste una voraz mella interrogado el corazón. Con suerte si sales fuera puedes perderte en un breve adelante. No dejes de seguir, aunque duela, la claridad siempre llega. Sino espera. . Año. 1974.

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