miércoles, 30 de marzo de 2011

El hechizo.

La línea del tiempo cambia de color, ya no proviene de esos brillos metálicos con sentido de centrifugación, el tiempo, señores, hoy es verde. Cerca del arco iris, las doradas campiñas de la estepa, se transforman en un consecución de ruinas asalmonadas y violetas, diluyéndose bajo las mismas, otras más grandes ocres y verdosas. Entornan paredes solícitos cipreses, que con sus sombras provocan incipientes retales de un concúbito silencio, en consonancia, con el verde tiempo. Aparece la musa Ninfa ante un vetusto Cíclope de dorada cabellera arremetiéndose, amos de un fuerte abrazo, que jamás hubo pluma y tintero, que lo pudiera resistir, puesto que cambiaron el tiempo de color. Año 1982.

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