jueves, 31 de marzo de 2011

Ente particular.

Fantasía inusitada, desbordante de caprichos, concuerdas dos mundos, litoral y océano profundo, alcanzando el serio limbo del arte perdido, donde la nitidez está ensimismada por aquello del alegre concilio. Ves lo que en sí tomas de la existencia, captas los vuelos largos en su tensión, rozas las campanas de la pureza, entornas el lecho pobre, conoces la abundancia crítica, desvaneces los imposibles, siempre cortas el abismo, tópico del cáncer vital. Encuentras la acción pacífica en su tercio rumboso, solamente sobre las horas llenas con las manos pequeñas del cómplice corporal, verdad encuentras en cadenas rítmicas, embriagas a muchos seres das lo constructivo imploras lo real más perfecto. Año 1973.

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