jueves, 31 de marzo de 2011

Inisignificancia.

Acampa, acampa en las sabanas, bajo la sombra de la acacia santificada , que adormece a los leones. Comienza a repudiar los laureles, del acaso poderoso roble, en una noche impoluta, donde la casa del séptimo individuo. Cosas, cosas que bullen en la olla, dentro de las palmeras de un hospicio. Somos el nadie que despide a las golondrinas, sentados en el ojal de un abrigo. Hace frío. Año 1972.

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