lunes, 28 de marzo de 2011

Pasajes de mi vida.

En unos crisoles viejos, se desgañita un señor de las antípodas, tratando de que brillen unas piedras amorfas. Fuera en la tormenta, buscan los reflejos, pasean las bestias. Un rayo a lo lejos, prendió una hoguera, y nadie se inmuta por ella. Cuando por las noches te pueblas de amor, ladra el zorro que llora a Esopo y provoca el canto de la rana encantada, ribera de muchas fuentes, donde suena a la vez , el murmullo de una cascada. En la playa vive un náufrago, que observa las arañas de mar, sobre las olas un tritón ríe con voz de sirena. Año 1984.

No hay comentarios:

Publicar un comentario