jueves, 31 de marzo de 2011

Representación y suplica.

Un escalofrío recorre mi espalda, como espada fría, que lentamente se clava. He nacido así, o es que llegan tras de mí, los demonios de la insaciable razón, de esta maldad que es no poder. Acaso yo no soy como todos, entero, humano y lleno de odio. Recomiendo a mis amigos, lloro por mi pobreza de espíritu, orgulloso soy ante todos y humilde cuando la falsa modestia manda, castidad podrida, esperanza frustrada, elogio a los que puedan ordenar mis beneficios , soy infame con mis ilusorios contrarios. Recojo el fruto de mi cosecha, me sirvo de la vanidad inútil, las entrañas se nutren de locuras, pero siempre acabo por localizar, un buen sentimiento. Escaso margen de humildad, llegó la hora de volver a la faz de la tierra, caigo en la carretera. Salmo de David acoge a este tu siervo y sácalo de la vereda del tenebroso misterio. Año 1983.

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